PROCESO DE CENTRIFUGADO DE LODOS. PARTE VIII
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| Deshidratador Centrífugo De Lodos Informes, escríbenos en el recuadro superior derecho |
Si requieres centrifugadoras de lodos, escríbenos en el recuadro superior derecho Deben efectuarse pruebas de asentamiento en cilindros para seleccionar el polímero apropiado y su dosificación aproximada. La dosificación exacta sólo puede obtenerse en la centrifugadora. Si se ha diseñado una centrifugadora con más de un punto de aplicación del polímero, todos ellos deberán ser evaluados.
El propósito de tener un punto de alimentación dentro de la centrifugadora es añadir polímero al recipiente después de que se han eliminado los sólidos más pesados, que pueden asentarse más fácilmente. Sin embargo, algunas veces es ventajoso añadir polímeros a la corriente total de lodo, empleando así los sólidos más pesados para enlazar y flocular a los más finos. Ya que en cualquier caso el tiempo de acondicionamiento es relativamente pequeño, es importante diluir polímeros a un nivel tal que logren una buena distribución en el lodo sin sobrecargar la máquina con agua de dilución.
3. Profundidad de la alberca. La profundidad de la alberca determina el volumen de ella y afecta tanto a la clarificación como a la sequedad de la torta. Al disminuir la profundidad de la alberca se expone un área drenable mayor, aumenta el tiempo de desecamiento y produce una torta más seca; a la inversa, un aumento en la profundidad de la alberca aumenta la clarificación, ya que eleva el tiempo de retención. Sin embargo, al igual que en la sedimentación, una alberca muy profunda impide que la partícula llegue oportunamente a la zona de sedimentación para evitar que sea descargada con el efluente. La teoría indica que se tiene una clarificación máxima cuando la capa en el tazón, o en un recipiente de sedimentación, es lo más delgada posible. Esto no es cierto en realidad, debido a ineficiencias prácticas. Para lograr capas delgadas es necesario elevadas velocidades lineales del líquido y la resuspensión de materiales finos de difícil asentamiento. También, cuando la profundidad de la alberca es mínima, el transportador móvil tiende a redispersar los sólidos, así como lo hace la turbulencia en la zona de alimentación. En consecuencia, se encuentra de ordinario que una profundidad media para la alberca produce el desempeño óptimo. Aumentar la profundidad más allá de la profundidad óptima no contribuye a la claridad, ya que tanto el tiempo de retención como la distancia que debe recorrer la partícula para asentarse son directamente proporcionales a la profundidad de la alberca.
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