Depósitos y corrosión en calderas y torres de enfriamiento: los enemigos invisibles del rendimiento

El agua en calderas y torres de enfriamiento concentra minerales conforme se evapora. Estos minerales, al superar ciertos límites, generan incrustaciones o corrosión. Incluso una fina capa de sarro puede reducir la eficiencia de una caldera hasta en un 18%, y de un intercambiador en torre hasta en un 40%.

El control mediante índices como Ryznar o Langelier, junto con la medición de conductividad y TDS, permite determinar el ciclo de concentración ideal. Así se evita un consumo excesivo de agua y químicos, sin comprometer la eficiencia.

📌 La clave: mantener un equilibrio entre tratamiento químico, purgas de control y monitoreo continuo.

 ¡¡Importante!!

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