Cloro vs. Cloramina: Una Descripción de Dos Sustancias Químicas Para agua Potable
En la constante batalla del tratamiento de agua potable
entre la desinfección y los subproductos de la desinfección (SPD), la mayoría
de los clientes de las empresas de agua no son conscientes del proceso. Sin
embargo, algo que sí notan es el mal olor o sabor del agua. Aquí hay algunas
ideas que pueden ayudar a los operadores de plantas de tratamiento de agua
(PTA) a abordar sus preocupaciones internas sobre los SPD y los niveles
residuales de cloro o amoníaco, así como sus inquietudes sobre la percepción de
los clientes sobre la calidad del agua.
Elegir entre dos enfoques
Mantener un delicado equilibrio entre múltiples factores (fluctuaciones de contaminantes en el agua de origen, pureza del agua, SPD y niveles residuales de cloro libre o monocloramina) es lo que preocupa a los operadores de las PTA.
Por un lado, la cloración ha dominado históricamente el
tratamiento de agua, proporcionando una mayor purificación inicial, aunque los
niveles de cloro pueden disiparse con relativa rapidez dentro del sistema de
distribución de agua. Por otro lado, la cloración conlleva el riesgo de generar
subproductos de desinfección (SPD) indeseables si los niveles de materia
orgánica natural (MON) y organismos en el agua de origen son altos.
Según Randy Turner, director técnico de Swan Analytical USA,
Inc.: «Debido a las regulaciones de la Etapa 2 de la EPA de EE. UU., las
empresas de agua deben inspeccionar sus sistemas en múltiples puntos. Si algún
punto supera el límite regulatorio de 0,08 mg/L para trihalometanos totales
(TTHM) o 0,06 mg/L para ácidos haloacéticos (HAA), las empresas deben tomar
medidas para reducirlos. Por ello, aproximadamente una cuarta parte de las
plantas municipales de agua de EE. UU. utilizan cloramina para reducir los
subproductos de la desinfección».
La cloraminación es aproximadamente solo una cuarta parte de
la eficacia del cloro en la purificación inicial de contaminantes orgánicos,
pero evita problemas de SPD y mantiene buenos niveles residuales de
monocloramina para una purificación continua en todo el sistema de
distribución.
Independientemente de la estrategia de tratamiento primario,
la instrumentación capaz de cuantificar los cambios en la composición química,
desde la entrada hasta la salida, es clave para mantener la composición química
del agua en niveles óptimos.
A continuación, se describen las opciones de medición
específicas, pero lo más importante es saber cómo equilibrar los procesos de
tratamiento del agua para reducir los posibles subproductos de desinfección
(SPD), mantener los niveles deseados de sustancias químicas residuales, reducir
costos y lograr la satisfacción del cliente.
¡¡Importante!!
Si requieres equipos para tratamiento y desinfección del agua, escríbenos.
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