Cuidado y calibración adecuados de los sensores de pH

Fuente: Myron L Company  

Dado que las lecturas de pH son tan importantes en muchos aspectos de las pruebas de tratamiento de agua (fuentes de agua, agua potable, aguas residuales, agua de proceso, etc.), es fundamental mantener los sensores de pH en óptimas condiciones para garantizar una precisión fiable. A continuación, se presentan algunas pautas para el cuidado diario, el mantenimiento regular y la calibración o sustitución periódica para garantizar un rendimiento óptimo.

Pautas de cuidado para sensores de pH de vidrio

Un rendimiento óptimo en la medición de pH comienza con la selección y el uso adecuados de los instrumentos, según las recomendaciones del fabricante. Comprender la tecnología que sustenta el funcionamiento de los sensores de pH de vidrio (Figura 1) ayuda a los usuarios a comprender mejor la importancia y las razones de un uso, cuidado y mantenimiento adecuados.

Los sensores de los instrumentos de pH deben manipularse con cuidado para evitar comprometer el delicado equilibrio eléctrico de la punta sensora. Evite la acumulación de depósitos en la punta del sensor. No frote la punta del sensor con fuerza con una toalla de papel, ya que podría rayarla o generar carga estática, lo que perjudicaría su capacidad para detectar la actividad de iones de hidrógeno.

Lo más importante es evitar que la punta de un sensor portátil se seque entre usos. Guarde los instrumentos portátiles con sensores protegidos por una carcasa llena hasta la mitad con una solución protectora para evitar la alteración de la capa de gel en la superficie del sensor, esencial para medir la actividad de iones de hidrógeno. Nunca almacene el sensor en agua destilada o desionizada, ya que esto alteraría la solución de referencia del sensor mientras los iones intentan alcanzar el equilibrio.

Minimice el uso prolongado o la exposición a temperaturas elevadas (superiores a 35 °C/95 °F), ya que pueden acelerar el envejecimiento de las membranas de vidrio y acortar su vida útil. Enjuague bien las superficies del sensor después de tomar lecturas que lo expongan a metales pesados ​​(plata, hierro, plomo), proteínas, soluciones de bajo contenido iónico como agua destilada, altas concentraciones de sodio, sulfuros o fluoruros en altas concentraciones o tras un uso prolongado. Estos tipos de entornos de medición pueden provocar la precipitación de la solución de referencia en el sensor.

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