De Laboratorios a Lavados de Autos: El Papel Vital del Agua de Alta Pureza
Hace años, el agua de alta pureza se utilizaba solo en aplicaciones limitadas. Hoy en día, el agua desionizada se ha convertido en algo esencial en cientos de aplicaciones, incluyendo: medicina, laboratorio, farmacéutica, cosmética, fabricación de productos electrónicos, procesamiento de alimentos, galvanoplastia, innumerables procesos industriales e incluso en el enjuague final en el lavado de autos.
EL PROCESO DE DESIONIZACIÓN DEL AGUA
La gran mayoría de las impurezas disueltas en los
suministros de agua modernos son iones como calcio, sodio, cloruros, etc. El
proceso de desionización elimina los iones del agua mediante intercambio
iónico.
Los iones con carga positiva (cationes) y los iones con
carga negativa (aniones) se intercambian por iones de hidrógeno (H+) e
hidroxilo (OH-), respectivamente, debido a la mayor afinidad de la resina por
otros iones. El proceso de intercambio iónico ocurre en los sitios de unión de
las perlas de resina. Una vez agotada la capacidad de intercambio del lecho de
resina, se regenera con ácido y cáustico concentrados, lo que elimina los iones
acumulados mediante desplazamiento físico, dejando en su lugar iones de
hidrógeno o hidroxilo.
TIPOS DE DESIONIZADORES DE AGUA
Los desionizadores existen en cuatro formas básicas:
cartuchos desechables, tanques de intercambio portátiles, unidades automáticas
y unidades continuas. Un sistema de dos lechos emplea lechos de resina
catiónicos y aniónicos separados. Los desionizadores de lecho mixto utilizan
ambas resinas en el mismo recipiente. Los desionizadores de lecho mixto
producen agua de la más alta calidad, mientras que los de dos lechos tienen
mayor capacidad.
Los desionizadores continuos, utilizados principalmente en
laboratorios para el pulido, no requieren regeneración.
PRUEBAS DE LA CALIDAD DEL AGUA DESIONIZADA
La calidad del agua de los desionizadores varía según el
tipo de resinas utilizadas, la calidad del agua de alimentación, el caudal, la
eficiencia de la regeneración, etc. Debido a estas variables, es fundamental en
muchas aplicaciones de agua desionizada conocer la calidad precisa. La
resistividad/conductividad es el método más conveniente para comprobar la
calidad del agua desionizada. El agua pura desionizada es un mal conductor
eléctrico, con una resistividad de 18,2 millones de ohmios-cm (18,2 megaohmios)
y una conductividad de 0,055 microsiemens. Es la cantidad de sustancias
ionizadas (o sales) disueltas en el agua lo que determina su capacidad para
conducir la electricidad. Por lo tanto, la resistividad y su inverso, la
conductividad, son buenos parámetros de calidad de uso general. Dado que la
temperatura afecta drásticamente la conductividad del agua, las mediciones de
conductividad se referencian internacionalmente a 25 °C para permitir la
comparación de diferentes muestras.
En los suministros de agua típicos, la temperatura modifica
la conductividad un promedio del 2 %/°C, lo cual es relativamente fácil de
compensar.
Sin embargo, el agua desionizada es mucho más difícil de medir con precisión, ya que los efectos de la temperatura en la conductividad pueden alcanzar el 10 %/°C. Por lo tanto, una compensación automática y precisa de la temperatura es el núcleo de cualquier instrumento respetable.
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