Cuidado y calibración adecuados de los sensores de pH Parte 2

Fuente: Myron L Company

Solución de posibles problemas de lectura de pH

Los problemas que afectan el rendimiento del medidor de pH pueden deberse a un manejo o uso inadecuado, a la acumulación de material en el sensor o a su antigüedad. Por ejemplo, sensores sucios y electrodos secos pueden provocar lecturas fuera de especificaciones, lecturas de respuesta lenta o que el instrumento se desvíe del valor de pH de la solución tampón utilizada. En estos casos, compruebe que el sensor esté libre de grasas, aceites, depósitos orgánicos o contaminantes inorgánicos. Si la limpieza por sí sola no funciona, es posible que sea necesario reacondicionar el sensor mediante un proceso de limpieza de varios pasos y recuperación nocturna. Si el instrumento no logra recalibrarse después de varios intentos de recuperación, será necesario reemplazarlo.

Prácticas recomendadas para el mantenimiento de la instrumentación de pH

A continuación, se presentan algunas pautas importantes a tener en cuenta con respecto a la instrumentación de pH portátil y de monitoreo continuo que utiliza sensores de vidrio sensibles al hidrógeno:

Mantenimiento preventivo de los sensores de pH

Enjuague los sensores de los instrumentos portátiles con agua limpia después de cada uso. En las unidades portátiles que utilizan una sonda tipo bolígrafo, también es importante reemplazar la tapa de remojo, llena hasta la mitad con la solución de almacenamiento del sensor de pH, entre usos para evitar que el sensor de vidrio y la unión de referencia se sequen, y para evitar que los contaminantes del aire se depositen en la superficie de la membrana de vidrio del sensor. La deshidratación repetida generalmente ralentiza el tiempo de respuesta del sensor, dificulta su calibración y/o reduce su vida útil. Si la superficie del sensor se ensucia, puede limpiarse con un hisopo de algodón empapado en alcohol isopropílico.

Mantenimiento periódico de los sensores de pH

Con cualquier sensor de pH, es importante realizar comprobaciones de calibración periódicamente, como mínimo dos veces al mes o con mayor frecuencia según el volumen de uso. Por ejemplo, en aplicaciones de agua potable relacionadas con la presentación de informes de cumplimiento, el Método 150.3 de la EPA de EE. UU. exige realizar pruebas diarias en caso de uso frecuente o, si la frecuencia de lectura es superior a un día, cada vez que se tome una lectura. Este método también detalla las directrices de control de calidad y calibración para garantizar resultados con una diferencia de +0,1 unidades de pH respecto al valor real.

Según los consejos técnicos de la AWWA para una medición precisa del pH: «Además de la limpieza, algunas sondas de pH requieren mantenimiento, como rellenar la solución de electrolito o sustituir un puente salino. Dado que las sondas de pH pueden variar significativamente de un fabricante a otro, es fundamental seguir las instrucciones del fabricante para los procedimientos de limpieza y mantenimiento». 

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